El yogurt y la prevención y tratamiento de enfermedades
EL AUTOR es medico. Reside en Santo Domingo.
El yogurt es un producto sabroso, elaborado a través de la fermentación de la leche por bacterias beneficiosas para el organismo humano, las cuáles se oponen al crecimiento de otros microbios capaces de producir enfermedades. Es considerado un alimento funcional.
Cuando es producido de manera natural –sin aditivos- es un excelente alimento. El problema está cuando se le agrega azúcar y si es jarabe de maíz alto en fructosa es peor, colorantes, saborizantes y preservativos artificiales, se convierte en un enemigo para la salud.
El mayor problema de una gran cantidad del yogurt que se vende en el mercado es que son elaborados con leche pasteurizada y sometidos al sistema de UHT o ultra alta temperatura por su sigla en inglés y así no puede ser válido para un yogurt de buena calidad porque para esto tiene que cumplir con la condición de constituir un cultivo vivo activo.
Cuando es producido de manera natural –sin aditivos- es un excelente alimento. El problema está cuando se le agrega azúcar y si es jarabe de maíz alto en fructosa es peor, colorantes, saborizantes y preservativos artificiales, se convierte en un enemigo para la salud.
El mayor problema de una gran cantidad del yogurt que se vende en el mercado es que son elaborados con leche pasteurizada y sometidos al sistema de UHT o ultra alta temperatura por su sigla en inglés y así no puede ser válido para un yogurt de buena calidad porque para esto tiene que cumplir con la condición de constituir un cultivo vivo activo.
El yogurt y la salud
En el yogurt encontramos microbios vivos que están en la leche como el Lactobacillus acidófilo, Lactobacillus bulgaricus, Lactobacillus reuteri y bifidobacteria; llamados probióticos y funcionan en favor de nuestra salud porque compiten con los microorganismos capaces de producir enfermedades infecciosas.
El análisis del yorgurt revela que su contenido en proteína es de unos 5 gramos por cien gramos del producto, más que la leche la cual en ningún caso llega a esta cifra. De grasa tiene menos de 4 gramos, una cantidad casi similar a la leche. De hidratos de carbono también tiene un valor aproximado al de la leche, unos 5 a 6 por ciento de su contenido.
El consumo de yogurt ha sido recomendado, con el aval de muchos estudios científicos, para el síndrome de intestino irritable, problemas del sistema inmunológico, en numerosos procesos infecciosos donde tiene como mecanismo de acción el antagonismo competitivo por nutrientes y por el dominio de un hábitat. Otro mecanismo de acción es la producción de sustancias capaces de inhibir el crecimiento de numerosas bacterias patógenas, incluyendo en el caso de personas con infecciones por microorganismos resistentes a un gran número de antibióticos.
El Lactobacillus reuteri, uno de los microorganismos presentes en el yogurt, tiene una proteína en su superficie celular que bloquea la unión del Helicobacter pylori a los receptores de la mucosa del estómago impidiendo la colonización con esta agresiva bacteria. Mientras que el Lactobacillus acidóphillus inhibe el crecimiento del Helicobacter pylori, de acuerdo a una investigación de Wang, K. Por estas razones es beneficioso para el enfermo con afecciones del estómago por este microorganismo, como gastritis y úlcera, consumir este alimento. Es recomendable que el uso de este producto sea autorizado por un médico competente en la materia, como el nutriólogo clínico y el gastroenterólogo.
La FAO y la OMS establecen, en su libro Probióticos en los Alimentos, que el consumo de productos con probióticos, como el yogurt, no representa ningún riesgo para el ser humano. Por tanto, podemos utilizarlo sin ningún problema, de acuerdo a estos organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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