
El moho se encuentra casi en todas partes, tanto en el exterior como en interiores, y todos estamos expuestos a él. Respiramos las esporas del moho que están en el aire, y comemos alimentos en los que el moho ha empezado a aparecer. Crece rápidamente en sitios húmedos y oscuros, como sótanos, depósitos de basura y en donde se acumulan las hojas que caen de los árboles. Aunque la mayoría de las personas no sufren efectos dañinos por el moho, hay algunas que desarrollan una reacción fuerte, y deben tomar medidas para minimizarla...
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