La dieta para reducir la presión arterial también podría evitar las piedras en el riñón
Un estudio halló que la dieta DASH era igual de efectiva y menos limitante que el plan nutricional tradicional
SÁBADO, 1 de marzo de 2014 (HealthDay News) -- Una dieta que se diseñó originalmente para reducir la presión arterial también podría resultar efectiva para prevenir las piedras en el riñón (cálculos renales), según un estudio reciente.
Los investigadores afirmaron que una dieta basada en el plan de alimentación DASH (por la sigla en inglés de métodos dietéticos para detener la hipertensión) es más práctica y menos restrictiva para las personas que tienen que vigilar lo que comen para la prevención y el tratamiento de los cálculos renales.
La dieta típicamente recomendada para prevenir las piedras en el riñón es baja en "oxalato". La mayoría de piedras en el riñón se forman cuando el oxalato se vincula con el calcio mientras los riñones producen orina. Pero muchos alimentos nutritivos contienen niveles altos de oxalato, como la remolacha, los frijoles blancos, el trigo bulgur, la col rizada, las almendras, los boniatos, el salvado de arroz, el ruibarbo y la espinaca, señalaron los investigadores.
"Estudios anteriores han recomendado que las personas que sufren de piedras en el riñón sigan una dieta baja en oxalato para reducir las probabilidades de que se forme otra piedra", apuntó en un comunicado de prensa de la National Kidney Foundation el Dr. Kerry Willis, vicepresidente principal de actividades científicas de la fundación.
"Pero muchos alimentos ricos en oxalato son saludables, y una dieta baja en oxalato puede ser muy restringida. La dieta DASH refleja una dieta mucho más equilibrada, y como resultado podría ser más fácil y más realista que se pueda seguir a largo plazo", añadió.
La investigación, que aparece en la edición de marzo de la revista American Journal of Kidney Diseases, mostró que una dieta DASH (rica en frutas, verduras, legumbres y frutos secos, moderada en lácteos bajos en grasa y baja en proteínas animales, granos refinados y dulces) podría ayudar a prevenir los cálculos renales.
En el estudio participaron 41 personas que siguieron la dieta DASH o una dieta baja en oxalato durante ocho semanas. En promedio, los participantes de la dieta DASH redujeron el riesgo de piedras en el riñón en un 35 por ciento. Mientras tanto, los que comieron una dieta baja en oxalato redujeron su riesgo en un 14 por ciento.
Combinar alimentos ricos en calcio y en oxalato en una comida podría ser más efectivo que limitar el oxalato para la prevención de los cálculos renales, sugirieron los investigadores. Cuando se consumen juntos, es más probable que el oxalato y el calcio se vinculen en el estómago y los intestinos, explicaron los autores. Dado que esto ocurre antes de que comience el proceso de los riñones, es menos probable que se formen piedras.
"La mayoría de personas no comen nutrientes individuales de forma aislada, como el oxalato, sino comidas que contienen una variedad de alimentos", apuntó en el comunicado de prensa la líder del estudio, la Dra. Nazanin Noori, del Hospital de Niños Enfermos de Toronto. "De forma que un plan dietético práctico para la prevención de los cálculos debe basarse en los efectos acumulativos de los alimentos y el impacto de los patrones dietéticos en general sobre el riesgo de formación de cálculos, en lugar de en un solo nutriente".
Los expertos de la National Kidney Foundation ofrecieron los siguientes consejos para ayudar a prevenir la formación de los cálculos renales para el mes nacional del riñón, en marzo:
- Tome muchos líquidos. Idealmente, consuma al menos 68 onzas (unos dos litros) al día.
- Opte por el agua. Aunque el agua es lo mejor, el agua mezclada con jugo de limón o de lima sin azúcar es otra buena opción.
- Coma frutas y verduras. También es importante limitar los lácteos ricos en grasa, la sal y la proteína animal.
- Cumpla con el tratamiento. Trabaje con su médico para crear una estrategia de tratamiento que le funcione.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: National Kidney Foundation, news release, March 1, 2014
HealthDay
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